1) Elvin Santos Ordóñez, candidato presidencial por el Partido Liberal tiene mucho camino que andar para convertirse en líder. Urge que nazca de nuevo para comprender la cualidad que ha hecho inmortales a los protagonistas de la Historia: la humildad.
2) Santos Ordóñez pertenece a la Promoción 81 de la Escuela Americana, quizá el semillero del poder fáctico hondureño que más ha destacado en el ámbito político y empresarial y, con el paso de los años, han estrechado aún más la amistad.
Tegucigalpa. El escritor y teólogo francés Francois Fénelon (1651-1715) dijo una vez: “Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quienes son sus amigos”. Al trasluz de esa máxima, Elvin Santos es cuadro de poderosos y ha sido formado para salvaguardar “el orden” impuesto a los hondureños.
Parte de ese orden ha sido la estrategia de mantener al pueblo relegado del desarrollo, de un sistema educativo moderno, de la dignidad y, en general, de una vida de calidad.
Esos factores, tornan manipulable a la gente marginada. Sólo así las copiosas lágrimas de Elvin pudieron alcanzar la lástima que le permitió el triunfo en las elecciones internas. El pueblo, en su inocencia, se identifica con las víctimas: el único mérito de Elvin para aspirar gobernar Honduras a partir de 2010. El Exvicepresidente del país y ahora candidato presidencial del Partido Liberal es un hombre que valora mucho la amistad de su ambiente, fomentada desde que cursaba educación preescolar, la que jamás han tenido tres millones de compatriotas subyugados por la miseria y aferrados a la esperanza que cuando mueran serán felices.
Santos, ingeniero civil con especialidad en administración de proyectos, es el Presidente de la compañía familiar Santos y Cía, S. A. de C. V., y se ha dedicado a la construcción de carre-teras, puentes y complejos habitacionales; es propietario de grandes extensiones de tierra urbana y rural destinada a la edificación de proyectos habitacionales. La familia Santos también es una de los socios propietarios del centro comercial Mall Las Cascadas, construido con capital hondureño y guatemalteco, a un coste aproximado de 30 millones de dólares.
El gran éxito de los negocios de los Santos se debe a la actitud emprendedora del ex alcalde capitalino ingeniero Elvin Santos Lozano y a la habilidad administrativa de su esposa Sonia Ordóñez Laffise de Santos, padres de Elvin. Doña Sonia está emparentada con el Presidente Manuel Zelaya Rosales, por la rama de los Ordóñez.
El cliente más grande de Santos y Cía. es el Estado y entre los millonarios proyectos que mantiene con el gobierno de Zelaya, se cuenta: finalización del anillo periférico, a un costo de 400 millones de lempiras; reparación del aeropuerto de Roatán por valor de 90 millones; mantenimiento de la carretera Tegucigalpa-Catacamas por 50 millones y ejecución del tramo Zamorano-Güinope valorado en 70 millones. Esta información fue proporcionada a un diario capitalino por la gerente de Santos y Cía., Kathia Pastor.
Por delegación del Presidente Zelaya, el vicepresidente Elvin Santos fue el responsable de dirigir el Instituto de la Propiedad, cargo que resulta conveniente para aquellos que se dedican a la adquisición de terrenos con fines urbanísticos.
Santos también tuvo bajo su responsabilidad el avance de los proyectos del Plan Trifinio, creado para desarrollar la región fronteriza de Guatemala, Honduras y El Salvador; y, la Comisión Ejecutiva del Valle de Sula, responsable de ejecutar obras de infraestructura para aprovechar el agua y la tierra (bordos de contención, canales de drenaje, compuertas, etc.) .
“GENERACIÓN AMERICANA”
Elvin Santos pertenece a una de las generaciones de estudiantes de la Escuela Americana que más ha destacado en el ámbito político y empresarial y, a pesar del paso de los años, conservan una estrecha amistad. Se trata de la Promoción de 1981, en la que sobresalen la empresaria de las comunicaciones y comida rápida Anna María Villeda Ferrari de Kafati, el alcalde capitalino Ricardo Álvarez, el presidente del Grupo Ficohsa Camilo Atala Faraj, el diputado nacionalista Antonio Rivera Callejas, el ex Ministro de Salud “madurista” Elías Lizardo y Vicente Williams, hijo del ex designado presidencial del mismo nombre en el gobierno de Ricardo Maduro.
Camilo Atala, considerado el jefe del “clan de la promoción del 81”, a través del Banco Ficohsa, ha sido la principal fuente de financiamiento de los negocios de Elvin Santos. Ana María Villeda de Kafati, estuvo a punto de ser la candidata a vicepresidente del Movimiento Elvincista, pero la presión familiar se lo impidió.
Ricardo Álvarez es compadre de Santos Ordóñez y, según afirmaciones de periodistas de una radioemisora capitalina, Elvin prestó maquinaria para reparar calles de la capital a Ricardo para ayudarlo así en la campaña de reelección en la Alcaldía del Distrito Central.
PEPE, ENEMIGOS EN CASA
En círculos políticos se maneja la hipótesis que el candidato presidencial del Partido Nacional, Pepe Lobo, se unió a Micheletti para inhabilitar la candidatura de Elvin Santos, pues, dentro de su movimiento, Elvin tiene a su favor a Antonio Rivera Callejas y a Ricardo Álvarez, que en su momento pueden inducir la derrota de Pepe Lobo, a cambio de que Santos apoye las futuras aspiraciones presidenciales de Álvarez y de Rivera Callejas. ¿Acaso son elucubraciones?
“MALCRIADO, HIJO DE PAPI”
A los 45 años, Elvin se comporta como si aún fuera el “hijo de papi” o el “hijo del dueño”, característica propia de los niños ricos y mimados. Desconoce el significado de la humildad y la soberbia aflora en comparecencias públicas. Es iracundo y con facilidad pierde el control. Esto lo han sufrido en carne propia trabajadores de la constructora Santos y Asoc. Incluso, políticos que sacó del Instituto de la Propiedad como Cecilio “Chilo” Cruz, que renunció a una curul antes de seguir aguantando la malacrianza de Elvin.
Si desea convertirse en Presidente de Honduras, está a tiempo de refle-xionar, ya que se va a enfrentar a un “Pepe” Lobo relajado, campechano y sonriente.
Los berrinches y conducta amenazante lo podrían llevar al fracaso político, el mismo fracaso que el ex presidente Carlos Flores Facussé experimentó cuando se enfrentó al sonriente Rafael Leonardo Callejas en 1989. La magia le enseñó a Flores que la arrogancia sólo produce anticuerpos y que los “cuna de oro” sólo muestran demencia cuando asumen que son dueños de Honduras.
Lo rescatable en Elvin es su mujer Becky Mazanares, ex reina de belleza, de modales refinados, elegante, con facilidad de expresión y gran belleza física, que puede aprovechar para dar la imagen de político moderno.
Demóstenes se moriría de nuevo si escuchara hablar a Elvin. Otro error. La senda que inicia le impone que supere las deficiencias como orador y aprenda a construir un discurso coherente y creíble, y demostrar que no sólo es leal a sus amigos y a sus intereses personales, sino capaz de sacar de la miseria al pueblo que podría convertirlo en presidente de la República, creyendo que el llanto elvincista es el mismo dolor que arrastra el desheredado social.
Redacción / EL LIBERTADOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario