Amorim critica uso de elecciones para lavar golpes de estado

Martes, 16 de Febrero de 2010
Madrid. Agencias. | El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, se mostró hoy contrario a que se recurra a procesos electorales para hacer "una especie de lavado" de golpes de estado y en el caso de Honduras dijo que seguirán la evolución de las medidas de reconciliación nacional.

"Hicimos lo que nos parecía que debíamos hacer coherentemente con todas las decisiones de la OEA, incluyendo dando abrigo al presidente Zelaya, lo que ayudó un poco en el diálogo, que no resultó en lo que queríamos nosotros", afirmó hoy el canciller brasileño en una entrevista con la Agencia Efe en Madrid.

Sobre la actuación que su país adoptará con respecto al nuevo Gobierno de Honduras, encabezado por Porfirio Lobo, afirmó que no se trata de "una cuestión de reconocimiento, porque Brasil no reconoce Gobiernos, reconoce Estados".

"No es una cuestión de reconocimiento, se trataría de una cuestión de intensificar las relaciones", matizó el canciller.

Para que se produzca esa intensificación, en primer lugar "hay necesidad de respetar los tiempos, porque hay una cuestión incluso de decencia, en mi opinión, porque los golpes de estado es algo que en Latinoamérica dejaron traumas muy fuertes y no se puede sencillamente proceder a una especie de lavado, de limpieza del golpe de estado porque hubo una elección posterior", explicó.

No debe ser así "porque si cada vez que hay alguien descontento con el Gobierno, hace un golpe y llama a una elección, eso no sería una buena receta para la democracia ni para la estabilidad".

No obstante, el canciller señaló que también hay otro aspecto a tener en consideración que es "el interés de los países de la subregión, que respetamos muchos".

"Vamos a tomar en cuenta esos dos factores, y cómo evoluciona la cuestión de la reconciliación nacional, en el que un factor importante es la posibilidad de que el presidente (Manuel) Zelaya pueda volver al país y participar normalmente en la vida política, no volver al poder pero volver al país".

"No estoy diciendo que es la única o la principal condición, pero sería una de las cosas importantes para hacer posible la reconciliación interna y ayudar a cicatrizar las heridas, no solo de Honduras sino de la región de América Latina, ya que no es algo menor el hecho de que haya habido un golpe de estado", agregó.

Preguntado sobre si la crisis de Honduras no evidenció la necesidad de proceder a una reforma de la Organización de Estados Americanos (OEA), Amorim dijo que este organismo "tiene sin duda limitaciones", pero que las acciones que tomó "fueron en principio positivas, incluso la decisión en aquel momento de suspender el Gobierno golpista, pero naturalmente no puede hacer más que el deseo de sus países miembros".

En este contexto, recordó que hubo matices, "porque todos querían el regreso de Zelaya, pero quizás lo querían con intensidades diversas, y ahí no creo que la OEA pudiera hacer mucho más".

También llamó la atención sobre los cambios registrados en la región, lo que lleva a que "uno tiene que percibir que hoy la OEA no puede jugar el rol que pudiera haber jugado hace 30 años ó 40 años, la diversidad en la región es muy grande".

Amorim recordó también que en los últimos años la OEA ha actuado en complementación o conjuntamente con otras organizaciones y citó el ejemplo de Bolivia, "cuando hubo un serio riesgo casi de guerra civil, y Unasur fue la que actuó primeramente, pero la OEA también e (José Miguel) Insulza estuvo ahí, y lo mismo paso en el conflicto Colombia-Ecuador, en el que la OEA actuó junto con el Grupo de Río y Unasur"

"Veo que son roles complementarios. Hace 20 años era la única organización y ahora hay otras específicamente latinoamericanas", agregó.

Sobre la aspiración brasileña de que América Latina cuente con una gran organización que englobe a todos los países de la región, más allá de Unasur, con los centroamericanos y caribeños incluidos, el canciller afirmó que puede ser "una organización o algo intermedio".

"Hace un año y pico hicimos la primera reunión y es algo increíble que con 200 años de independencia, salvo los países del Caribe británico, nunca los Jefes de Estado o los cancilleres de América Latina y el Caribe se habían reunido ellos mismos sin una 'provocación' externa llegada de España y Portugal, de la UE, la OEA o la Cumbre de las Américas".

"Esto es algo increíble" y es algo "que siempre nos causó una gran preocupación y por eso el presidente Lula hizo la primera convocatoria", explicó.

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