Hondureñas conmemoran su día exigiendo el cese de los crímenes contra ellas

Lunes, 08 de Marzo de 2010
Tegucigalpa, 8 mar (EFE).- Centenares de mujeres organizadas de Honduras conmemoraron hoy el Día Internacional de la Mujer exigiendo el cese de los crímenes y otros tipos de violencia contra ellas, además de denunciar que en los últimos cinco años han sido asesinadas más de 1.000 féminas.

Una de las dirigentes del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), Suyapa Martínez, indicó a periodistas que la situación pasó en los últimos dos años a más de una de sus congéneres asesinada diariamente en Honduras, lo que calificó de "preocupante".

Agregó que en 2008 mensualmente se registraron 46 muertes violentas de mujeres, mientras que en 2009 aumentaron a 56.

El estatal Instituto Nacional de la Mujer, por su parte, registra entre enero y febrero de 2010 el asesinato de 60 mujeres a nivel nacional.

En una manifestación ante el Parlamento hondureño, en el centro de Tegucigalpa, las mujeres organizadas también denunciaron que varias féminas que participaron en el Frente Nacional de Resistencia Popular contra el golpe de Estado del 28 de junio pasado a Manuel Zelaya fueron asesinadas y otras abusadas sexualmente.

De esas violaciones, que suman unas 26, según la denuncia, las mujeres acusan a los cuerpos de seguridad del Estado.

Manifestaciones similares se celebraron hoy en varias de las principales ciudades de Honduras, con actividades que incluyen jornadas educativas y culturales.

En Tegucigalpa, las manifestantes también indicaron que no reconocen a las nuevas autoridades del Instituto Nacional de la Mujer "porque son producto del golpe de Estado", dijo a periodistas Niza Medina, miembro del CDM.

Agregó que las mujeres aglutinadas en el CDM pertenecen a la resistencia popular surgida tras el derrocamiento.

Martínez y Medina coincidieron en señalar que "las feministas en resistencia" seguirán dando una "lucha en las calles" para exigir el respeto de los derechos de las mujeres, principalmente los de las que son maltratadas por sus compañeros de hogar y en sus centros de trabajo.