Contingente militar-policial dispara y persigue a campesinos del Aguán

Jueves, 28 de Enero de 2010
Dina Meza | Cuatro campesinos del Movimiento Unificado del Aguán, MUCA, resultaron heridos después de ser atacados a balazos este miércoles, por elementos de la policía de Tocoa y miembros del Décimo Quinto Batallón de Infantería de Trujillo, Colón, acompañados de guardias de seguridad de los empresarios René Morales y Gustavo Canales, según un comunicado difundido por esta organización campesina.

La acción se produjo en el mismo momento que tomaba posesión del cargo de presidente, Porfirio Lobo, quien llegó al poder bajo elecciones ilegales producto del golpe de Estado que echó abajo la institucionalidad en Honduras.

Los afectados son los campesinos y campesinas de la margen izquierda del Río Aguán que están en tierras propiedad del Estado hondureño pero que son reclamadas ilegalmente por los dos terratenientes arriba mencionados y por Miguel Facussé. El pasado 08 de enero las mismas fuerzas represivas desalojaron violentamente a labriegos asentados en la margen derecha. Vea más detalles de este desalojo.

Los campesinos heridos con arma de uso oficial son Antonio Estrada (24), quien recibió con un balazo en su ojo izquierdo y Rosendo Reyes (22), con un balazo en su pierna izquierda.

Ambos fueron trasladados en una ambulancia de la Cruz Roja de Tocoa, al hospital Atlántida, en La Ceiba , pero en el camino fueron retenidos y maltratados en la posta policial de Planes en el Municipio de Sonaguera, por un grupo no menor de 15 policías preventivos y elementos del Escuadrón COBRAS, que participaron en el tiroteo, contra los afectados.

Sin embargo cuando pasó otra ambulancia, de un hospital privado, con dos policías heridos, le dieron paso inmediatamente y a la vez ordenaron al conductor de la ambulancia de la Cruz Roja que condujera “despacio”, con una clara intención de demorar el viaje y provocar la muerte del campesino herido de gravedad.

A los policías no les bastó esa arbitrariedad cometida sino que persiguieron el vehículo donde se conducían los campesinos heridos, en una patrulla de la policía de Tocoa, en donde se conducían cuatro cobras, dos policías y un miembro de la Dirección Nacional de Investigación Criminal y cuando la ambulancia llegó al Hospital Atlántida de la Ceiba ya se encontraba resguardado por más de 30 policías.

Rosendo Reyes fue trasladado a Tocoa, bajo la custodia de la policía de ese término, mientras que Antonio Estrada permanece en estado de gravedad en el Hospital de Ceiba con graves daños en su ojo izquierdo y cráneo. El está vigilado por dos agentes de investigación y al menos tres policías que insisten en hacerle preguntas, le toman fotografías e incluso revisan sus heridas.

La preocupación es más grande al desconocerse el paradero del niño Samuel Fuentes (14), que acompañó en la ambulancia a los campesinos heridos, se presupone que la policía lo mantiene detenido en lugar desconocido.

El MUCA responsabilizó de cualquier atentado contra la integridad física de los heridos al Coronel Peraza, Comandante del Décimo Quinto Batallón de Infantería, a Elías Antonio Melgar, Sub-comandante en el mismo batallón y contratado por los empresarios de la tierra para el manejo de la seguridad privada en donde ha empleado a miembros reservistas del ejército, al Comandante de la Policía departamental de Colón, al Jefe de la Posta de Planes y a los operadores de justicia regional que actúan en claro contubernio con los empresarios de la tierra, según el comunicado del MUCA.




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